Llegaron tres cajas con la primera parte de los regalos de Volf. El papel era tan lindo que las dejé un rato así, prolijitas y ordenadas, antes de empezar con la masacre. Después la ansiedad ganó terreno y ataqué.
Lo primero en llegar fue el juego de té.
También llegaron de Volf una cafetera y una lechera de acero inoxidable MUY lindas y que uso absolutamente TODOS los días y prefiero no fotografiarlas dado que ya están demasiado integradas a mi cocina. Esas vienen de Cukierkorn mayor.
En un rincón de la última caja apareció el juego de cubiertos de Damiano. Todas las piezas están grabadas con una W y una C (siglas que no indican que hay un baño sino que refieren a las iniciales de nuestros apellidos). Son tan lindos, que todavía no me atrevo a usarlos sino en ocasiones especiales.
Y todavía falta una segunda entrega con más cosas, entre ellas el juego de copas de Goga, y algunas otras cosas que debemos definir la semana próxima.
Además de todo esto, la cocina también se vio enriquecida con un juego de vasos y jarra que mandaron los Blasi, un juego de accesorios para el vino, que mandó Poti, y la vajilla para sushi que nos trajo Yael. Rafa y Beatriz también mandaron un librito que cuenta historias de sushi y trae una herramienta para prepararlo. Gracias a todos!!!
Ahora no tengo lugar para nada más. En la cocina.
También gracias muchas a quienes invirtieron en nuestra luna de miel. Especialmente Susi y los Sananes, y Mario (cuyo sobre con euros aguantó casi las tres semanas). Marcela Avalos y flía aportaron al chanchito que corresponde a la financiación del regreso, porque cuando uno se va tiene que pensar también que a la vuelta hay muchas cuentas y cero efectivo acumulado para cobrar. Así que eso: tuvimos regalos para TODAS las etapas!
Quienes regalaron en Frávega sumarán para un objeto que se verá muy lindo colgado en nuestro living. Ver próximas entregas para detalles y agradecimientos.
Miles de gracias a todos!!!
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